No hay carreteras pavimentadas en este parque nacional, lo que significa que es perfecto para caminatas cortas y largas. La caminata de cuatro horas a las cascadas de Sanje es desafiante y refrescante, ya que subes por la montaña pero puedes recompensarte con un chapuzón en la base de la cascada. En el camino, quizás puedas ver uno de esos raros monos en los árboles o rastros de elefantes. Ten en cuenta que puede hacer calor durante el mediodía, pero si te mantienes a la sombra e hidratado, ¡esta es una caminata genial!